
¿ESTÁ SANTIAGO EN COMPOSTELA?
Es mucha la gente que se pregunta si los restos del Apóstol Santiago están realmente en Santiago de Compostela. Como muchos sabéis, Santiago es un centro de peregrinación porque según la historia la tumba del Apóstol está dentro de la Catedral. ¿Pero cuál es la historia que se esconde detrás? ¿Cómo llegó Santiago al lugar que llaman Compostela? En la entrada de hoy vamos a contar cuál es la leyenda y la historia oficial que explica esto:
La historia se remonta a los tiempos de Jesús. Un día, reunido con sus apóstoles este les encarga la misión de predicar su palabra hasta los confines del mundo. Santiago el Mayor, unos de sus discípulos principales, decidió emprender el camino y llegar hasta el fin de la tierra conocida. Tras un largo viaje llega a Finisterre, un lugar en el noroeste de Galicia que ya los romanos lo habían considerado “El fin de la tierra”. Después de un tiempo predicando, el apóstol vuelve a Judea en el año 44, pero es degollado por el rey Herodes de Agripa I.
Con esta situación, siete discípulos del apóstol decidieron enterrarlo en los lugares donde había estado predicando, así que deciden utilizar una barca, que se decía que era de piedra, y navegaron 7 días guiados por ángeles transportando el cuerpo del apóstol desde Judea hasta las costas de Galicia.
Para sorpresa de ellos, llegaron a un lugar donde ataron la barca a un gran pedrón, y al hacer eso, este pedrón se transformó en sepulcro -este lugar es ahora por todos conocido como Padrón, de donde son los famosos pimientos. Sin embargo, allí habitaba una reina pagana llamada Lupa que ordenó expulsar a los discípulos de allí con los restos del apóstol. Así pues, se fueron del lugar en un carruaje de bueyes hasta llegar a un bosque llamado Libredón, donde los bueyes por primera vez se pararon porque estaban cansados y sedientos. De este modo, deciden construir allí una gran tumba donde entierran al apóstol. Para el cuidado de la tumba dos de sus discípulos, Teodoro y Atanasio, se quedaron en el lugar y fueron enterrados posteriormente junto al apóstol.
Los siglos pasaron y la tumba fue quedando en el olvido hasta que una noche, en el año 813, sucedió algo extraño en el bosque Libredón. Una noche un ermitaño de la zona que se llamaba Pelayo vio unas extrañas estrellas que estaban emitiendo luz a una zona concreta del bosque. Como le pareció algo divino lo que estaba viendo, fue rápidamente a avisar a un obispo que vivía muy cerca de Padrón, el obispo Teodomiro.
Teodomiro decide adentrarse en el bosque y fue persiguiendo las luces hasta encontrar una tumba especialmente grande. Se cuenta que el obispo en ese momento tuvo una revelación y comprendió que se encontraba ante la tumba del Apóstol Santiago. Rápidamente se avisó al rey de aquel momento, Alfonso II, que no dudó en acercarse hasta las tierras de Libredón para saber si el descubrimiento era una noticia real.
Al comprobar el rey que esto era cierto, empezó a urdirse un plan que salvaguardase el mausoleo y que diese a conocer la noticia, que corrió como pólvora por toda Europa: Compostela y el culto al Apóstol Santiago empezaban a despegar.
Sello del Año Santo Compostelano 1993. Descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago por parte del obispo Teodomiro.
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