
Galicia, territorio gastronómico
Aquellas personas que disfrutan “el buen comer” tienen una cita con Galicia. La gastronomía de Galicia es conocida a nivel mundial por su amplia variedad culinaria con productos de primerísima calidad. Quien visita Galicia suele encontrarse con platos abundantes y sabrosos. Mariscos, carnes, pescados, quesos, vinos, postres…
¿Te gustaría descubrir los más conocidos? ¡Empezamos!
- El pulpo a la gallega o como se le llama en Galicia (polbo á feira) se trata de un plato que se ha copiado y reinterpretado a lo largo y ancho del mundo. El pulpo debe cocerse (tiene su truco), a continuación, se cortan las patas en rodajas y se sirven sobre una capa de cachelos laminados. El toque final se lo da la sal gruesa, aceite de oliva y pimentón dulce o picante. Según la tradición, el pulpo debe ser golpeado 33 veces si es fresco (ahora se congela para obtener ese resultado) y echar algo de cobre en la olla en el momento de hervirlo. También se dice que hay que “asustar al pulpo” sacarlo y meterlo de 2 a 4 veces en el agua hirviendo para que rice los tentáculos facilitando su introducción y cocción en la olla.
- Las empanadas tienen una enorme tradición en Galicia. Existen una infinidad de variedades dependiendo de los ingredientes tanto de la masa como del relleno. La más popular es la empanada de atún, con un sabor intenso y un precio económico. Cabe destacar la empanada de millo (maíz) con berberechos, 100% recomendable.
- El lacón con grelos es uno de los platos gallegos más conocidos, para su elaboración se necesita tocino, chorizo, cachelos y, claro está, lacón y grelos. En sus orígenes, se trataba de un plato tradicional del Carnaval ya que esta festividad coincidía con la recogida de los grelos.
- En el cocido gallego el cerdo tiene una gran presencia ya que por norma se usa la oreja, la costilla, el lacón, el tocino y el chorizo. En algunas ocasiones se le añade aves de corral como pollo o carne de vaca. Además, debe acompañarse con hortalizas tales como berza, repollo, grelos y garbanzos.
- Los callos a la gallega son un plato recurrente en la gastronomía gallega. Llevan tripa de vaca, garbanzos, chorizo y algunas especias como el tomillo y el pimentón, que le confieren ese aroma y sabor tan especiales. Se trata de uno de los platos favoritos para pasar el invierno, además de ser una típica tapa gallega, normalmente servida los domingos antes del almuerzo.
- Los pimientos de Padrón vienen con refrán incluido: “uns pican e outros non” y no es mentira. Primero debemos decir una curiosidad, los expertos dicen que se les debe quitar el rabo, ya que amarga. Su preparación es muy simple, se deben limpiar con agua, secar, freír y servir con sal gruesa. Esta hortaliza fue traída desde las Américas por unos monjes que se radicaron en Herbón, en el municipio de Padrón.
- La zorza normalmente es confundida con el “picadillo” en Asturias y Castilla y León, pero las dimensiones de los trozos normalmente son mayores en la versión gallega. Se trata de lomo de cerdo troceado y adobado con pimentón, ajo y orégano. Esta receta nació en los días de matanza, comiéndose fresco con el mismo aderezo que se usaba para los chorizos.
- Las filloas tienen tanta tradición en Galicia que su origen se remonta a la época de los romanos, siendo un plato típico de los Carnavales. Se trata de unas láminas finas y redondas hechas principalmente con leche, huevos y harina. Se cocinan tradicionalmente a la piedra, en filloeiras o sartenes untadas con tocino. La versión más común es la dulce, siendo la más tradicional con relleno de membrillo o de crema de castañas.